MILITARES ARGELINOS QUEMAN VIVOS A DOS JÓVENES SAHARAUIS CERCA DEL CAMPAMENTO DE DAJLA Y EL POLISARIO CALLA

LAS DOS VICTIMAS ASESINADAS POR LOS MILITARES ARGELINOS

Se buscaban la vida y hallaron la muerte más terrorífica. Dos jóvenes de origen saharaui, Maha Hamdi Essoelm y Ali Idrissi, nacidos en la wilaya de El Aaiún en los campamentos saharauis de Tinduf (Argelia), eran buscadores de oro en una zona minera argelina muy cercana al campamento de Dajla, el más alejado de los cinco que componen el conglomerado dirigido por el Frente Polisario desde su sede en Rabuni.

Maha y Ali estaban en el interior de una mina al sur de Argelia, en la frontera con Mauritania, a 60 km al suroeste del campamento de Dajla. Extraían oro para sobrevivir cuando fueron sorprendidos por una patrulla militar argelina. Les pidieron que salieran y se identificaran, pero los dos jóvenes, por miedo, se escondieron en una veta de la mina.

A partir de ahí hay divergencias entre las versiones publicadas sobre las circunstancias exactas que derivan en la salvaje y cruel muerte de los dos jóvenes. Hay quien asegura que les intimidaron con ráfagas de disparos, pero también quien afirma que los militares tenían orden de quemar la mina. Sea cual fuera la situación, el hecho fehaciente es que los soldados prendieron fuego a la boca de la veta, asfixiando y quemando vivos a Maha y Ali.

Es más horroroso aún comprobar cómo hubo quien grabó con su teléfono a los dos jóvenes ardiendo en el interior de la mina, en la que aseguran es una muerte extremadamente dolorosa.

Pero lo peor es que no hay reacción por parte del Frente Polisario. No es la primera vez que ocurre. Hay quien nos asegura desde los campamentos que «un tiro en esa zona es tan habitual como tomarse un café», pero los dirigentes del Frente Polisario jamás reclaman a la Mamma Grande, Argelia. Ahora será cuando acudan a Rabuni varios uniformados argelinos, llenos de medallas y complementos grandilocuentes, a pedir perdón a la cúpula del Polisario por el «desgraciado accidente» y ahí se acabó el cuento para todos ellos.

Pero saben bien, tanto las autoridades argelinas como los dirigentes del Polisario, que la población está enfebrecida de rabia e impotencia y que no es fácil seguir pidiendo que les rindan pleitesia. Por eso, el ejército argelino ha rodeado los campamentos saharauis de Tinduf para impedir cualquier conato de manifestación de repulsa por la brutal muerte de Maha y Ali. Igual que el Frente Polisario correrá tupidos velos y, con Maha y Ali, no habrá justicia, ni duelos públicos, ni protesta alguna, porque el miedo a las represalias mantiene encorsetada a la población de los campamentos.

Nos preguntamos qué harán las tribus que tanto protegen a los suyos. Qué harán sus familias sin ellos, con el peso del dolor de unas pérdidas tan salvajes. Y, más aún, a qué espera la población para romper las cadenas y liberarse de quienes se supone que deben protegerles, aunque se pliegan en reverencias ante la Argelia salvadora que les asesina impunemente.

Desde la más profunda indignación ante hechos de absoluta barbarie como este que al Frente Polisario le resultan ajenos, esta Plataforma expresa sus profundas y sinceras condolencias a las familias de ambos jóvenes. Descansen en paz

Fuente: La Libertad es su Derecho