EL COMITÉ DE DDHH DE LA ONU DESLEGITIMA AL FRENTE POLISARIO Y OBLIGA A ARGELIA A PROTEGER Y GARANTIZAR LOS DDHH EN TODO SU TERRITORIO

Uleya Saadi, esposa del ciudadano español Fadel Breica, aprovechó al máximo los dos minutos de intervención que le concedieron en la 42ª Sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que se celebra en Ginebra del 9 al 27 de septiembre. Alto y claro, ante el plenario de la Sesión, denunció abiertamente la detención arbitraria, las torturas y el confinamiento de su esposo y otros dos disidentes de las políticas del Frente Polisario en los campamentos saharauis de Tinduf (Argelia). Fadel Breica, Moulay Abba y Mahmud Zeidan cumplirán la próxima semana 3 meses encarcelados, sin derechos, sin que exista siquiera orden de detención, ni de ingreso en prisión, ni cargos oficiales contra ellos. Sólo se trata de un ajuste de cuentas. Así de simple y así de duro. Un ajuste de cuentas porque eran líderes de opinión y estaban poniendo el dedo en la llaga, en la que duele y hace sangre, la que desnudaba la corrupción de la cúpula del Polisario, con nombres y apellidos, pruebas y difusión en redes sociales. Ya saben, a las puertas de su flamante XV Congreso “democrático”, de candidato único y con 2.500 votantes, la reelección del secretario general del Frente Polisario y la reasignación de cargos entre los de siempre no podía correr el riesgo de enturbiarse con “dimes y diretes” de tres blogueros. Y sin despeinarse ni un pelo, ahí sí impuso su autoridad el Polisario y los borró del mapa, con total y absoluta impunidad.

De algo les tienen que servir 46 años de pico y pala trepanando cerebros en los campamentos, hasta lograr que allí las personas hayan dejado de ser seres humanos por convertirse en pueblo. No existen derechos ni libertades individuales, sólo colectivos y siempre en favor de la causa política, que al Polisario le sirve de escudo y excusa, pero también de espada, según cómo y a quién convenga. Este caso de los detenidos arbitrariamente en concreto está poniendo sobre la mesa en los campamentos el debate sobre si es excluyente apoyar a personas víctimas de violaciones de DDHH por el Frente Polisario y al mismo tiempo defender la causa política. Son conscientes de que la dirección del Polisario es un foco infeccioso de corrupción, donde en realidad no se lucha por un Estado libre, porque no les interesa. Opinan que los “jefes”, como les llaman, saben que, si llegaran a lograr un Sahara independiente, serían juzgados y encarcelados por sus delitos y escarnios de la década de los 70 y 80 en las cárceles del Polisario contra la población saharaui y que prefieren estirar el tiempo, a costa de su propio pueblo, para lograr pasar a la Historia como mártires. La cosa es que es de toma pan y moja.

Y sepan ustedes que lo que ha hecho Uleya Saadi no es nada fácil. Los intervinientes de la sociedad civil en estas sesiones han de ser invitados al Consejo de DDHH por una organización internacional con certificado ECOSOC, que sólo se consigue superando un proceso de tramitación muy farragoso. En los campamentos y desde la diáspora la atacan en redes sociales porque, según dicen, ha sido invitada por una organización de inclinación “pro-marroquí” en su postura ante el conflicto político y se cuestionan si deben o no apoyarla en su lucha personal por eso. Nadie se plantea pensar que a esta mujer, como tantas otras, ni se le habrá pasado por la mente que la política pueda entorpecer la defensa de los Derechos Humanos de su marido, a quien ve consumirse lentamente, enfermando y sufriendo. ¿Quién no aprovecharía la oportunidad de dar a conocer de primera mano ante las Naciones Unidas esta situación injusticia, su absoluto desamparo y la violación de los Derechos Humanos de tres blogueros? ¿Cuál era su alternativa? ¿Acaso alguna organización satélite del Frente Polisario, como CEAS, por ejemplo, le ha ofrecido a Uleya una invitación para asistir e intervenir ante el Consejo de DDHH como parte integrante de la delegación de representantes de la “sociedad civil saharaui” que está en Ginebra? No, ninguna, porque esas organizaciones pertenecen a la estructura del Frente Polisario y sólo denuncian Derechos Humanos excluyentes.

De hecho, esa delegación de la “sociedad civil saharaui” presente en Ginebra va encabezada por la Comisión Nacional Saharaui de DDHH (CONASADH), junto con el ministro de Agua y Medio Ambiente del Polisario, Brahim Mohtar, y el presidente de la entidad fantasma Media Luna Roja Saharaui, Buhobeini Yahia, que sólo pretenden resaltar el deterioro de la situación de los Derechos Humanos en “las ciudades ocupadas”, obviando su responsabilidad en el apoyo y soporte específico a las víctimas de violaciones de DDHH en los campamentos saharauis de Tinduf y a sus familiares.

Por lo tanto, quizá antes de juzgarla y cuestionarla, sería importante que analicen sus propios argumentos para atacarla. Dicen que “puede denunciar ante la ONU sin hacer política”. ¿De veras? ¿Y por qué no le plantean eso al Frente Polisario? Porque asociaciones del movimiento solidario les han organizado un acto paralelo, desvinculado de la Sesión oficial del Consejo de DDHH de la ONU, para que puedan hacerse unas fotos y divulgar su discurso político. No se lo pierdan, que tiene miga el título del seminario: “Derechos Humanos en el contexto del apoyo humanitario”… ¿Esto cómo se come? ¡¡Sin política, dicen!! Con el “ministro” de un estado inexistente para la ONU, acompañado del presidente de la Media Luna Roja Saharaui, no reconocida por la organización internacional Media Luna Roja, y junto al Embajador de Sudáfrica en Ginebra, país aliado de Argelia en cuanto a la defensa del Polisario.

Ahí estaba también la delegada de MUNDUBAT, Mónica Alonso San Millán, que se le olvida que hay ciudadanos españoles secuestrados en esos campamentos sobre los que plantean (sólo ante los acólitos y algún que otro amiguete más) la “alarmante situación de los refugiados saharauis” y destacan “la escasez de ayuda humanitaria y la cada vez menor participación de donantes, frente al aumento de la población refugiada a lo largo de los años”. Y de las violaciones de los Derechos Humanos a manos del Frente Polisario en los campamentos, ¿qué? Y de por qué falta ayuda humanitaria, ¿qué? Y de por qué cada vez hay menos apoyo internacional, ¿qué? Y del hartazgo de la sociedad civil saharaui ¿qué? Porque todo eso sí que conforma una situación mucho más que alarmante, pero de eso no se habla. ¿de qué Derechos Humanos hablan? ¿No asistieron a la intervención de Uleya Saadi? No, claro, qué tontería, si eso también es “propaganda marroquí”, siempre se nos olvida…

Y va la Comisión Nacional Saharaui de Derechos Humanos (CONASADH) a Ginebra, integrada en una delegación pagada por todos los saharauis con dinero solidario, que conste. Que una cosa es que no se done y otra bien distinta es que lo que se dona no se destine a donde y a quién debe destinarse. ¿Qué hace ahí CONASADH? ¿Para qué sirve, sino es para dar el pego y hacer un papelón de Oscar, como los que ha interpretado, por ejemplo, la española Maloma Morales en los vídeos grabados por sus secuestradores en los campamentos? La CONSADH ni es nada ni está reconocida por nadie. Tampoco tiene competencia alguna en materia de DDHH, porque en las Naciones Unidas o se es o no se es Estado. No hay término medio, ni se puede ser unas veces “estado inventado” para llevar a sus ministros, entidades y demás parientes a hacer su política y otras “campamentos de refugiados”, para pedir ayuda humanitaria, que luego se la reparten, aunque repitan hasta la saciedad en Ginebra (donde les hacen algún hueco para hablar entre ellos) que la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) “no hace su trabajo en los campamentos y desatiende la crisis humanitaria que viven los refugiados saharauis”.

Fíjense ustedes por dónde, fue el Comité de Derechos Humanos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas quien les dejó en pelota picada al Frente Polisario en Ginebra y echó por tierra todo ese discurso hace un año, el 17 de agosto de 2018, durante la 4º Informe Periódico sobre Argelia (tiene 4 llamamientos sin responder). El Comité de DDHH deslegitimó al Frente Polisario y dejó bien claro que es Argelia quien tiene las competencias sobre DDHH en los campamentos de Tinduf. Pero, claro, esto no lo cuentan, ya saben, que hay que mantener a los saharauis ciegos, sordos y mudos y, sobre todo, creyendo que todo lo que se dice, se denuncia o se hace en defensa de los DDHH en los campamentos es “propaganda enemiga”. De ahí el debate social actual, porque se van cayendo las vendas.

En el punto nº 9 de ese Informe el Comité de DDHH comunica, por un lado, que “toma nota de la explicación proporcionada por la delegación de Argelia de que CORRESPONDE A LOS REFUGIADOS SAHARAUIS ORGANIZAR SU PROPIO FUNCIONAMIENTO EN LOS CAMPAMENTOS DE TINDUF”. Por otro lado, expresa preocupación por el traspaso de facto de las competencias jurisdiccionales argelinas sobre DDHH y de otra índole al Frente Polisario, porque “esa posición es contraria a LA OBLIGACIÓN DE ARGELIA DE RESPETAR Y GARANTIZAR A TODAS LAS PERSONAS QUE SE ENCUENTREN EN SU TERRITORIO LOS DERECHOS RECONOCIDOS EN EL PACTO”. El Comité hace un llamamiento respecto a la desatención por Argelia de “las DENUNCIAS DE QUE, DEBIDO A ESTA SITUACIÓN DE INDEFENSIÓN, LAS VÍCTIMAS DE VIOLACIONES DEL PACTO EN LOS CAMPAMENTOS DE TINDUF NO DISPONEN DE UN RECURSO EFECTIVO ANTE LOS TRIBUNALES ARGELINOS”.

Total, se cae por su propio peso la denuncia del Polisario sobre la pasividad de ACNUR en los campamentos y se aplasta el papel de la CONSADH, porque el Comité de DDHH sentenció a Argelia: “De conformidad con las obligaciones que le incumben en virtud del artículo 2, párrafo 1, del Pacto, ARGELIA DEBE VELAR POR LA LIBERTAD, LA SEGURIDAD DE LAS PERSONAS Y POR QUE TODA PERSONA QUE SE ENCUENTRE EN SU TERRITORIO, INCLUSO EN LOS CAMPAMENTOS DE TINDUF, QUE AFIRME HABER SIDO VÍCTIMA DE UNA VIOLACIÓN DE LAS DISPOSICIONES DEL PACTO TENGA ACCESO A UN RECURSO EFECTIVO”. Otra deslegitimación más para el archivo del Frente Polisario de “temas a mantener ocultos”.

Por eso ha podido ir Uleya Saadi a Ginebra. Porque ALGUIEN LE HA DADO LA OPCIÓN QUE LE HAN NEGADO EL FRENTE POLISARIO Y SU ESTRUCTURA de exponer su denuncia y la situación crítica que viven Fadel, Moulay y Mahmoud, en un Consejo donde ya no les son ajenas las quejas contra el Polisario y están reconocidos como violación de DDHH de los secuestros de mujeres en los campamentos de Tinduf. De hecho, por este asunto también le dieron un gorrazo a Argelia en la sesión de análisis del Informe Periódico sobre los DDHH, porque no responde a los llamamientos del Comité respecto a las denuncias y, aunque celebra que la Constitución argelina reconozca el principio de igualdad entre el hombre y la mujer, el Comité expresó su preocupación por que sigan existiendo numerosas disposiciones que discriminan a las mujeres en la esfera del derecho de familia (arts. 2, 3, 25 y 26) y que la VIOLENCIA CONTRA LA MUJER SIGA SIENDO FRECUENTE Y ESTÉ ACEPTADA POR LA SOCIEDAD, INCLUYENDO LOS CAMPAMENTOS DE TINDUF. El informe recoge como conclusión “las bajas tasas de denuncia y de enjuiciamiento de los autores de actos de violencia, debido en particular al RIESGO DE ESTIGMATIZACIÓN y la falta de centros de acogida y de medidas de protección, unido al hecho de que LAS VÍCTIMAS DESCONOCEN SUS DERECHOS Y POR LA PRESIÓN SOCIAL que padecen las víctimas, a las que se alienta a dar su perdón en lugar de a denunciar”.

Uleya expresó su denuncia en la misma cuna de los Derechos Humanos. Y eso es lo importante. Las personas, sus derechos, que son de todos, universales e inalienables. Que una causa política no puede ser excusa para atacar y agredir a quien los defiende, a quien se sale del rebaño para levantar la voz por la libertad real y por sus derechos, señalando con el dedo a quien se lo quita. Porque el Frente Polisario se ha apropiado de «la patria» y se permite negociar con las libertades individuales de quienes no pueden defenderse por miedo. Basta de mentiras, basta de agresiones verbales, ataques difamatorios y discursos pueriles de pataleta manida contra toda voz discordante. Va llegando la hora y lo saben, la de exigirles Verdad, Justicia y Reparación para todas las víctimas del Frente Polisario. Y mientras, en paralelo, que luchen por su causa, que no son excluyentes, pero no se puede pedir la libertad para un pueblo y privar de ella a quienes la componen.

Acceso al Informe del Comité de DDHH:
https://tbinternet.ohchr.org/_layouts/15/treatybodyexternal/Download.aspx?symbolno=CCPR%2FC%2FDZA%2FCO%2F4&Lang=Sp

Fuente: La Libertad es su Derecho