EL SAQUEO YA NO PASA INADVERTIDO

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POR ABDELLAH KANTI

Llovió fuente y se inundó una daira de la wilaya de El Aaiun, en los campamentos sahariauis de Tinduf (Argelia). 200 viviendas de adobe se vieron afectadas por el agua, llegando a hundirse algunos techos. Gracias a Dios no tenemos que lamentar víctimas mortales, aunque sí hay 11 heridos, uno de ellos con pronóstico grave. En principio, según los propios refugiados, en los otros 4 campamentos «no cayó ni una gota».

Sin embargo, la Media Luna Roja Sahariaui ha activado el protocolo de ‘hay que aprovechar» y ha emitido un comunicado solicitando ayuda de emergencia a nivel internacional, declarando que «5.000 familias se encuentran en una situación desesperada al no disponer de reserva de alimentos» y solicita reservas de fondos de emergencia por importe de 800.000 dólares, tras una valoración de los daños realizada con ayuda de cooperantes de diversas entidades, que colaboran en los campamentos, aunque ninguna ONG de la ONU o el propio Programa Mundial de Alimentos haya secundado ni la valoración ni el llamamiento.

Lógicamente, la comunidad internacional ha hecho oídos sordos a este llamamiento y, suponemos, se debe a las reiteradas denuncias contra la cúpula del Frente Polisario por el desvío de ayuda humanitaria y su catastrófica y opaca gestión de los recursos materiales y dinerarios donados para paliar las inundaciones de octubre de 2015.

A nadie se le olvidan las voces de los refugiados desesperados, con todos sus enseres y sus viviendas derruidas por el agua del otoño pasado, denunciando que las tiendas de campaña donadas se rifaban a razón de tres unidades en cada daira y el resto, se vendían en «las tiendas del Polisario». No cabe discusión (aunque preferimos negarlo) en que las ayudas sabemos que no llegan a los destinatarios finales por igual, ni se reparten los alimentos en tiempo y forma, como ya denunció el diputado sahariaui Dih Noucha, quien, por dos veces, ha obligado al los responsables del Frente Polisario y a la propia MLRS a distribuir alimentos que se empezaban a pudrir en sus almacenes.

Ha sido el propio Noucha quien puso en conocimiento del Parlamento Europeo sus quejas por la falta de transparencia en las cuentas bancarias de las asociaciones, delegaciones y de la propia MLRS en las que se recibieron fondos de ayuda humanitaria y de emergencia de los que el Frente Polisario nunca informó al Parlamento sahariaui. También Noucha expuso la falta absoluta de control por parte de la UE de las partidas presupuestarias otorgadas a estos fines, de cifras millonarias. Reprochaba así a la UE que estaba eludiendo enfrentar la denuncia de la Oficina Antifraude de la Comisión Europea, que reveló el desvío de importantes cantidades de productos de ayuda humanitaria al mercado negro en países vecinos, sin que nadie haya adoptado medidas contra los responsables del Frente Polisario pero sí contra los refugiados, ya que la UE redujo en 5 millones de euros la cuantía de la ayuda en 2016.

Y ahora, vuelve a llover y los dirigentes del Frente Polisario se frotan las manos pensando seguir engrosando sus cuentas corrientes, algunas también millonarias. Para ello, en su llamamiento han incluido el campamento de Dajla como damnificado. Muchos somos los que nos preguntamos por qué no vemos a los responsables gubernamentales interesándose en directo por esas familias afectadas y, sin embargo, sí se preocupan por boicotear, por ejemplo, a las furgonetas de reparto de ayuda directa enviadas por cauce privado desde España. Y, de hecho, no ha habido reacción internacional. ¿Creiamos que se podría  mantener eternamente que este permanente saqueo de las arcas y la despensa de todos los refugiados pasara inadvertido para siempre?

http://www.elconfidencialsaharaui.com/2016/08/muere-brahim-zadfi-primera-victima-por.html?m=1

¿A DÓNDE VAN LOS 320.000 EUROS QUE DESTINA EL GOBIERNO DE NAVARRA A PROYECTOS EN LOS CAMPAMENTOS?

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POR: ABDELLAH KANTI  y LAHBIB IBRAHIM ElKHALIL

Son astronómicas las cifras de subvenciones y ayudas que se conceden para proyectos en los campamentos de refugiados saharauis, pero ni se ven, ni se notan. Las asociaciones son un coladero de dinero público español que, supuestamente, se canaliza hacia los refugiados, aunque la realidad indica lo contrario. Desde este blog hemos hablado de diversas comunidades autónomas y sus criterios para otorgar financiación en ayuda directa al Frente Polisario y a algunas de las organizaciones de su estructura, como la UNMS y la Media Luna Roja Saharaui.

Por ello, hemos dado seguimiento a la visita a los campamentos saharauis de Tinduf realizada, el pasado mes de mayo, por el vicepresidente de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, Miguel Laparra, acompañado por las parlamentarias del Intergrupo «Paz y Libertad para el pueblo saharaui» Fátima Andreo (Podemos), Esther Korres (Bildu), Ainhoa Unzu (PSN), Consuelo Satrustegi (GeroaBai) y Marisa Simón (IE), además del director del Servicio de Garantía de Ingresos y Cooperación al Desarrollo, Andrés Carbonero, y miembros de las asociaciones ANAS y ANARSAD. Una visita organizada conjuntamente con la Delegación Saharaui en Navarra, cuyos responsables BadadiBen Amar (delegado) y Mohamed Abdalahi (subdelegado) acompañaron en todo momento a la representación navarra.

Durante dicha visita, Miguel Laparra informó personalmente al primer ministro saharaui, Abdelkader Taleb Omar, que el Gobierno de Navarra estudia formalizar un convenio marco con las autoridades saharauis que fije unas bases estables y continuas de colaboración, en el que se recogerán tanto aspectos políticos como los de cooperación propiamente dichos.

Los campamentos de Tinduf son uno de los principales receptores de la ayuda oficial al desarrollo de Navarra. Desde el año 2008 a 2015, tras ponerse en marcha el primer plan director aprobado en 2007, la Comunidad Foral ha destinado 3,5 millones de euros para atender sus necesidades, especialmente alimentarias, sanitarias y educativas. Unos 400.000 euros de media anuales para proyectos de desarrollo, sin contar con la ayuda de emergencia que se dispuso tras las inundaciones de octubre de 2015. Por ello, sorprende que la delegación navarra sólo se preocupara de asistir a la inauguración de las obras del Hospital de la Wilaya de Aaiun y a las de restauración de los dispensarios de las dairas de Bucraa y Guelta (wilaya de El Aaiún) y el de Rabuni, sufragadas por el Gobierno de Navarra, el Parlamento y los ayuntamientosde Pamplona, Burlada y Villava junto con la Federación Navarra de Municipios y Concejos, con un total de 55.200 euros. Da que pensar que con un dinero recibido en noviembre de 2015 se inicien unas obras de reconstrucción en mayo de 2016, justo coincidiendo con la visita de la delegación ¿no?

Y hace unos pocos días, nos sorprende el «Diario de Navarra» con la noticia de que el Gobierno Foral ha destinado 15.000 euros para el sostenimiento de la Delegación Saharaui, que realiza funciones de información, intermediación, sensibilización, coordinación y representación del pueblo saharaui en la Comunidad. Esta ayuda se suma a otros 320.000 euros destinados por Derechos Sociales a la población saharaui para la distribución de alimentos, proyectos de salud y el programa «Vacaciones en paz», cuantías que se canalizan a través de convenios de colaboración firmados entre el Gobierno de Navarra y la Asociación Navarra de Amigos de la República Árabe Saharaui Democrática (ANARASD), para que esta entidad pueda continuar con el trabajo de consolidación de la Delegación saharaui. El acuerdo se suscribió recientemente por la directora general de Inclusión y Protección Social, Gema Mañú, la presidenta de ANARSAD, Nekane Pardo, y el delegado saharaui en Navarra, Badadi Ben Amar. ANARASD gestionará junto con la delegación saharaui los 200.000 euros destinados este año para financiar programas de acción humanitaria, principalmente de reparto de alimentos entre la población saharaui refugiada,y otros 85.000 euros para apoyar proyectos de desarrollo, especialmente en el ámbito de la salud.

La ayuda humanitaria se combina siempre con acción de apoyo financiero a proyectos de desarrollo, que no se hacen. ¿Cuándo los refugiados van a empezar a pedir explicaciones a sus responsables, sobre todo ahora que se denuncia abiertamente el alto nivel de corrupción, principalmente en el Ministerio de Salud Pública y en la Media Luna Roja Saharaui?

LA DOBLE INJUSTICIA DE LA MUERTE DE BRAHIM SAIKA

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POR SOMBRAS DEL DESIERTO

El pasado día 15 de abril falleció en el hospital de Agadir (Marruecos) Brahim Saika. Su muerte, como todas, es una tragedia y amerita, en primer lugar, la petición por su descanso en paz y las condolencias a su familia y allegados. Él es un ejemplo más de un fallecido saharaui, como Said Dambar o Mohamed Lamin Haidalla, a quienes la corriente más tópica de la causa ha convertido en mártires por razones conocidas, aunque nunca lo fueran. Saika era un sindicalista que defendía y reclamaba empleo y mejoras laborales al Gobierno marroquí, pero no era «activista de la causa», ni sus reivindicaciones guardaban relación con las posturas del Frente Polisario, ni mucho menos es un mártir. ¿Acaso Brahim Saika fue militante de la causa en algún momento de su vida?

Esta es una estrategia ya largamente usada por Omar Bulsan, que ésta vez vuelve a jugar su papel de buitre carroñero y se aprovecha de las muertes de saharauis para crear falsos mártires, dando vueltas alrededor de los pesares de las familias para dar la imagen que necesita ofrecer en el exterior y alimentar en paralelo las esperanzas del pueblo saharaui, a través del engaño sobre la base de la resistencia pacífica aniquilada por el enemigo marroquí.

Sin entrar en detalles sobre la muerte de Brahim Saika, de la que ya se ha hablado mucho en las redes sociales versionando los hechos desde las consecuencias de una brutal tortura o su huelga de hambre hasta que fue por la mordedura de una rata. En realidad, lo importante es la utilización de su muerte, porque Brahim ha sufrido dos injusticias. La de las autoridades marroquíes en Guelmin por ser «separatista e ir en contra del régimen» y la segunda, por la Dirección saharaui del Frente Polisario, quien nunca le otorgó importancia anteriormente al tenerlo entre los opositores de la causa, ya que lo consideraban agente marroquí y miembro de la «Línea del Mártir», un grupo disidente del Polisario que centraba su actividad en la Universidad de Marrakech.

Las dos posturas que mantiene el Polisario son antagónicas. Primero, estando vivo fue apartado por complicidad con Marruecos y, una vez muerto, resulta que es un mártir de la causa. Brahim Saika siempre defendió ante las autoridades marroquíes su derecho al empleo en la administración marroquí. Sólo demandaba trabajo, no causa. Considerarle mártir es una incongruencia sin fundamento.

Fue condenado en 2008 por el Tribunal de Marrakech a cumplir 3 años de prisión por pertenencia a una banda de narcotráfico llamada «Ali Erryaa». Al darse a conocer esta organización, desde la Oficina de Territorios Ocupados en Canarias, Omar Bulsan dio instrucciones para que se llevara a cabo una campaña contra los miembros de Ali Erryaa, de modo que no dispusieran de apoyo alguno, ni moral, ni mediático ni económico. Relegados al ostracismo, todos terminaron en la cárcel. En realidad, era una argucia para aislar a un grupo de disidentes, muy críticos con la Dirección del Frente Polisario porque denunciaban que los dirigentes empañaban la causa con muchos desequilibrios y exigían reiteradamente la vuelta a la línea de El-Uali Mustafa Sayyid de la que se habían desviado.

Tras el anuncio del fallecimiento de Brahim Saika, Bulsan vuelve a poner en marcha la maquinaria de su planificada maniobra de propaganda, que recupera muertos para convertirlos en mártires. En primer lugar, elude contar que Saika estaba muy enfermo porque padecía diabetes tipo 1 con severos daños en el páncreas, que se agravó considerablemente al emprender una huelga de hambre y negarse a mantener el cuerpo en unos niveles estables. A pesar de que fue trasladado al hospital de Guelmin diariamente para control de glucemia, se negó a tomar la medicación y a consumir los mínimos de agua requeridos. Su enfermedad derivó en coma diabético que no logró recuperar.

Pero nada de eso importa cuando hay que dar prioridad a la causa nacional y recuperar cadáveres para elevar mártires. Así, Omar Bulsan envió una nota a los medios afines para denunciar el asesinato de un luchador de la causa y convocar manifestaciones en todas las ciudades contra el crimen cometido por Marruecos, haciendo gala, una vez más, de que a la Dirección le vale más un saharaui muerto rentable que un saharaui vivo que no sirve a la causa.

Fuente: https://sombrasdeldesiertoblog.wordpress.com/2016/04/20/la-doble-injusticia-de-la-muerte-de-brahim-saika/