JÓVENES SAHARAUIS, ¿JUGAMOS O SÓLO JUEGAN CON NOSOTROS?

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POR SALEK MOHAMED

Habíamos depositado muchas esperanzas en que, por una vez, se iba a escuchar lo que la juventud saharaui tiene que decir con respecto a la situación de la causa. Por un lado, el Colectivo Universitario Lefrig convocaba en Torrellas (Zaragoza, España) a un evento sin precedentes, con charlas y talleres formativos dirigidos a debatir distintas posturas respecto a los problemas que afectan a la juventud saharaui, como son el tribalismo, la corrupción o la retención de jóvenes, y de otros temas que permitirían profundizar en los obstáculos que mantienen paralizada la lucha por la independencia, pero no los privilegios y los beneficios de nuestros dirigentes, familiares y demás.

Por otro lado, al mismo tiempo que ese Encuentro, en los campamentos once “periodistas” saharauis de los territorios ocupados están desarrollando cursos específicos sobre técnicas para la mejora de la difusión exterior. ¿Formaciones, talleres y cursos? Siempre los mismos seleccionados y con igual secretismo. Al final no cabe más que pensar que los jóvenes participantes no han sido más que peones de ajedrez en una partida en la que nuestros dirigentes mueven las fichas como les conviene. Si no es así, ¿por qué sólo han trascendido los vídeos de la intervención de Jira Bulahi y los mensajes grabados por los ministros Ahmed Lehbib y Mohamed Mouloud? ¿Por qué no se ha difundido ninguna de las propuestas de carga crítica contra la corrupción imperante en el seno del Frente Polisario o cualquiera de los demás temas a debatir.

Se filtran siempre informaciones entre amigos y colegas, hermanos. Al final, todo se termina sabiendo y esto se llama “reconducción al redil”, es decir, adoctrinamiento puro y duro. En los campamentos, el curso a los activistas se limita darles instrucciones precisas, que se mandan desde la Oficina de Coordinación de los Territorios Ocupados en Canarias, de cómo debe funcionar el activismo aquí para “desestabilizar a Marruecos”, poniendo el punto de mira en el boicot a los macro-proyectos de infraestructura pública, que son la única posibilidad real que tenemos de trabajar y, si se llega a construir, de cursar carreras universitarias en el Sahara Occidental. Unas instrucciones bien dirigidas por Omar Boulsan, que debe ser el único representante político del mundo que permanece en su puesto una vez cesado y ya nombrado su sustituto. Pero es obvio, el activismo en El Aaiún ocupado, principalmente, hace aguas, sin ideas, sin iniciativas y sin apoyo, justo a las puertas de la visita de Ban Ki-moon, así que querrán reactivarlo para no dejar escapar oportunidades de hacernos visibles, aunque sólo reviertan en que el informe del Secretario General de la ONU repita que “se producen manifestaciones de partidarios del Frente Polisario, con menores que protagonizan actos vandálicos”.

Mientras, en Zaragoza, al parecer sólo se concluyó con el mismo discurso de siempre, marcando la prioridad en conseguir el reconocimiento de la RASD por parte de algún país nórdico, principalmente Suecia, aunque haya que seguir el juego a los noruegos pintándonos el dedo de azul, para que de vueltas por las redes sociales sin otra utilidad .Y eso que allí no salen con el dedo azul. Por algo será que el Ministerio de Exteriores haya emitido un Memorándum (cada día inventan mecanismos nuevos) para “solicitar respetuosamente que Suecia reconsidere la decisión del 15 de enero de 2016 y que establezca relaciones diplomáticas con el Gobierno de la RASD como representante legítimo y reconocido internacionalmente del pueblo saharaui”.

Debemos abrir los ojos. Sólo somos peones en su partida y nos sacrifican a conveniencia para convertirnos en eslóganes puntuales, para luego olvidarnos. Ni en el encuentro ni en las visitas de los activistas a los campamentos hubo dedo azul colectivo, ni demostraciones de apoyo al defensor de Derechos Humanos Ali SalemTamek, ni siquiera un simple recuerdo con denuncia expresa por las condenas a los presos Gdeim Izik, que esta semana cumplían ya 3 años. Además, todo en Encuentro se desarrolló en hasania, hecho que desmonta otra de las mentiras del Frente Polisario con las que sostiene el desarraigo de las jóvenes secuestradas y retenidas en los campamentos, ya que estudiar en España ni implica no hablar el idioma ni desconocer nuestra cultura.

Esta vez pensé que la juventud saharaui empezaba a despuntar con rebeldía e inconformismo real, con iniciativas y argumentos sólidos para el cambio y contra la corrupción… Me equivoqué, seguimos ciegos.

»El triunfo de la doble moral.»

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»El triunfo de la doble moral.»

Por: Salem Mohamed.  – El Confidencial Saharaui.

Creo que ha llegado el momento de aceptar que nuestros problemas van más allá de la consecución de la independencia, de la soberanía nacional, de la claudicación de nuestros políticos, de puestos gubernamentales insignificantes o del robo de nuestros recursos naturales.

Se trata de un fenómeno tóxico que está arraigándose entre las instituciones del Estado y las organizaciones de apoyo al pueblo saharaui. Se trata de la »corrupción».
Una población no alcanza tal categoría en un día o en unos meses, ni siquiera en años, es un proceso complejo, una serie de sucesiones que comienza cuando la persona recibe una subvención por dirigir una asociación y acaba en el gobierno. Se trata de una »bola de nieve rodando» que ha sido alimentada durante años y sigue abultándose. Empezar a reconocerlo es el primer paso. Reconocer que parte de nuestra población es corrupta y estafadora. Reconocer que es doble moral e hipocresía.
Doble moral es criticar la corrupción española y luego recibir subvenciones/ayudas económicas para tu asociación o región y adjudicártelas. Doble moral es pedir imparcialidad y la aplicación de la democracia a gobiernos extranjeros y luego elegir miembros de tu gabinete a dedo e inventar puestos inútiles. Doble moral es pedir libertad de expresión y que se detenga el bloqueo informativo que ejerce el régimen marroquí y luego reclamar la censura de los chanchullos más graves. Doble moral es alardear de una constitución para luego ser violada y pisoteada continuamente. Doble moral es ir de revolucionario diciendo que »los saharauis debemos estar juntos en la causa» mientras reprochas a otros saharauis que tienen el mismo objetivo. Doble moral es denunciar el machismo y discriminación que sufren las mujeres saharauis en los territorios ocupados por parte de los marroquíes y luego hacer la vista gorda ante casos como el de Nayiba. Doble moral es fomentar las actividades que propagan la causa saharaui y luego recelar su brillantez o el éxito conseguido simplemente por no ser él el protagonista de tal hazaña.
Parte de la población saharaui ha hecho la doble moral su finalidad en la vida, su manera de vivir y lo peor de todo, es que parte de ella, está dirigiéndonos o al mando de asociaciones.

¿POR QUÉ SILENCIAMOS LA VISITA DEL REY MOHAMED VI?

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POR SALEK MOHAMED

Tras dos días en El Aaiun, El rey Mohamed VI está en Dajla después de inaugurar proyectos y haciendo reuniones para promover inversiones extranjeras en el Sahara Occidental. ¿Y qué hacemos los saharauis? Callar. En su anterior visita, hace tres meses, pasamos días manifestándonos en las calles, difundiendo nuestro rechazo y nuestra disconformidad con una visita que consideramos una provocación en toda regla. Pero ahora estamos mudos, encerrados en casa, como si fuera posible hacer boicot desde el silencio de una habitación. El activismo parado, sin ideas, inerte y descabezado, desde que, en el XIV Congreso del Frente Polisario, fulminaron de su puesto al director de la oficina de coordinación en Canarias y nombraron a otro que aún no parece saber cómo manejar la situación.

Qué vergüenza que tengan que poner en redes sociales post diciendo que «se necesitan voces saharauis para protestar contra un proyecto de inversión que el rey marroquí inauguró ayer el sitio Phosbrucraa». Y lo peor es que un tal Lehbib Bt contestara al llamamiento diciendo que «no, se necesitan voces europeas y especialmente españolas, ya que el megaproyecto fue construido por empresas españolas y su subvención dios sabrá de dónde es». Este personaje no está bien informado y su comentario deja al descubierto la ignorancia que caracteriza a muchos de los que pretenden defender la causa sin razones ni argumentos.

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El megaproyecto al que se refiere, que ya está inaugurado, es la planta termo eléctrica “Noour 1” de Uarzazate, cuando el que se pretende boicotear es una planta gigantesca de producción de fertilizantes en FosBucraá, de la que Mohamed VI de Marruecos inauguró ayer las obras de construcción cerca de El Aaiún ocupado. Es un complejo industrial de producción de fertilizantes generados a partir de fosfatos, con una inversión de más de 16.800 millones de dirhams (unos 1.500 millones de euros). Situado en la zona minera de FosBucraa, tendrá una superficie de 36 hectáreas e integrará varias unidades de producción de fosfatos, ácido fosfórico y fertilizantes. Será realizado por la empresa Phosboucraa, filial de la estatal Oficina Jerifiana de Fosfatos (OCP, por sus siglas en francés), con una capacidad de tratamiento de 3 millones de toneladas anuales, una unidad de secado de los fosfatos destinados a la exportación y otra de almacenamiento de una capacidad de 500.000 toneladas. El proyecto, que creará 1.270 nuevos empleos, prevé una nueva central termoeléctrica de 62 megavatios y una unidad de desalinización de agua del mar.

Además de este proyecto, el rey anunció una inversión de 2.000 millones de dirhams (unos 180 millones de euros) para la construcción de un centro de investigación en Foum el Oued, a unos 18 kilómetros de El Aaiún ocupado, que abarcará un centro cultural, una universidad multidisciplinar, un instituto de excelencia y una residencia estudiantil.Precisamente, este centro vendría a dar cobertura a una de las carencias que tenemos en el Sáhara Occidental, que no hay centros universitarios y los estudiantes nos vemos obligados a ir a estudiar nuestras carreras a ciudades marroquíes, a cientos de kilómetros de allí.

Trabajo, oportunidades y desarrollo socio-económico. Estos son los mensajes que lanzan al mundo los proyectos que el rey de Marruecos está inaugurando y promoviendo en el Sahara Occidental. Razones poderosas y contundentes que convencen a la comunidad internacional de las buenas intenciones marroquíes en el territorio ocupado y que, además, también están haciendo pensar a muchos saharauis sobre la conveniencia de abandonar el activismo en favor de una mejora considerable de sus condiciones de vida. Contra lo que estos megaproyectos van a suponer para el Sahara Occidental, en caso de que logren llevarse a cabo, no podremos luchar si seguimos callados y desorganizados, pendientes siempre de que los grandes activistas nos marquen la línea a seguir. Hay que pensar con frialdad cuál es el camino de la reivindicación que nos interesa realmente exigir. ¿Por qué seguir insistiendo en decir «basta» por los rincones, si ese tipo de activismo ya tenemos más que demostrado que no nos va a abrir alternativas distintas a las que mantenemos desde hace 40 años?

Hacemos el ridículo cuando nuestras voces se reducen a insultos sin argumentos, sobre todo cuando provienen de todos los que se creen que así ayudan a nuestra causa, cuando en realidad sólo contribuyen a que cada día se nos cuelgue un cartel más grande de «pobrecillos» que sólo saben decir «fuera del Sahara ya» o que nos identifiquen como claros candidatos al radicalismo. Si no reaccionamos, perderemos lo poco que nos queda de credibilidad internacional.

 

 

EL OBJETO PUNZANTE QUE MATÓ A HAIDALLA

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POR ABDELLAH KANTI

TakbarHadi reclama el cuerpo de su hijo Mohamed Lamine Haidalla, muerto hace ahora un año en El Aaiún ocupado. Dos versiones, una verdad que se ha demostrado con el tiempo. Una madre manipulada para convertir la muerte de su hijo en una cuestión política, aunque no ha dado el resultado esperado por quienes manejan a conveniencia la voluntad de muchos saharauis, que accedemos a cumplir órdenes para no empañar la causa que defendemos. Y lo sabemos, sobre todo los que vivimos día a día en El Aaiún, Smara o Dakhla y conocemos cómo funciona internamente esto del activismo.

La mayoría hemos tenido nuestros altercados particulares con las fuerzas de ocupación marroquíes, muchos hasta hemos dado con nuestros huesos en la cárcel por defender el derecho a la autodeterminación de nuestro pueblo y ser catalogados de «independentistas». Por eso, aunque nos cuesta reconocerlo, todos sabemos cómo actúan quienes nos indican qué debemos hacer, cómo, cuándo y dónde, pero seguimos aceptando sin rebelarnos lo más mínimo, aun sabiendo que no sólo nos perjudica a título personal, sino que también pone en cuestión nuestra credibilidad a nivel internacional. Hablamos en los cafés de hasta dónde estamos dispuestos a llegar y a seguir aguantando que nuestra Dirección marque el rumbo de nuestras vidas, designando a dedo a quién convertir en mártir, en preso político o en objeto de cualquier otro sacrificio en favor de la causa. Así ha ocurrido con Mohamed Lamine Haidalla, un joven saharaui de 21 años que ha pasado de ser víctima de una familia desestructurada, drogadicto y alcohólico, a ser un mártir de la causa saharaui que hace poca justicia a quienes defendemos el derecho de nuestro pueblo a ser libre e independiente con argumentos razonables y no con invenciones innecesarias.

Haidalla hacía sólo 26 días que había salido de la cárcel Negra de El Aaiún, donde cumplió 4 meses de condena por un delito de agresión con arma blanca. Es lamentable ver los efectos del alcohol y las drogas en la mente y el cuerpo de una persona, que se vuelve irracional y peligrosa sólo por conseguir el dinero suficiente para consumir por necesidad, por dependencia. Nunca fue activista, ni siquiera se mostró interesado por la política ni por la causa y le daba igual si las víctimas de sus delitos eran saharauis o marroquíes. Para él sólo eran potenciales fuentes de dinero para sus vicios. En tres años fue detenido 10 veces y ninguna por causa distinta al robo, asalto con intimidación o alteración del orden público por encontrarse drogado o ebrio, tal y como ocurrió la noche del 31 de enero de 2015 cuando irrumpió armado con un cuchillo en la tienda de Bouchair Dinar, un marroquí que apenas llevaba 7 meses instalado en El Aaiún y que se dedicaba a arreglar y tapizar muebles. No le importó que ese comercio estuviera justo frente a la casa de su abuela, donde él vivía con ella y donde, obviamente, sería fácilmente localizado tras perpetrar su atraco. Pero es evidente que el alcohol y las drogas anularon su voluntad y su capacidad de razonar.

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Nadie sabe lo que ocurrió a ciencia cierta dentro de la tienda de Dinar. Allí estaban tres empleados, uno de los cuales, Yassine El Marasuh, de 19 años, salió huyendo para llamar a la policía. Los otros dos, AbdelwahidKaklaoui y BelaidAmokran, ambos de 21 años como Haidalla, quedaron frente al asaltante y se enzarzaron en una pelea en la que lograron reducir al asaltante hiriéndole con unas tijeras en el cuello. Así le encontró la policía, con esa herramienta de la tienda clavada. En el hospital le dieron 8 puntos de sutura y aconsejaron reposo para que la herida interna no se infectara. Dicen en el hospital que Haidalla estaba bajo los efectos de la droga y el alcohol y por eso no sentía dolor, así que trató varias veces de darse a la fuga. Finalmente, fue trasladado a la comisaría del distrito 6, donde ya estaban los otros dos implicados en la reyerta. El juez, dos días después, puso a los tres en libertad provisional en espera de un juicio que aclararía las circunstancias de los hechos.

Haidalla entró en la dinámica marcada, que le hacía víctima de “una paliza” propinada por seis colonos marroquíes, que le “acorralaron” y “golpearon” por ser saharaui. Así se difundía y todos callábamos la verdad de un secreto a voces, que encubríamos en favor de acrecentar con nuevos ejemplos el discurso de la violación sistemática de los Derechos Humanos en el Sahara Occidental ocupado. En realidad, a él esto le daba exactamente igual, porque se conformaba con recibir a cambio lo suficiente para seguir consumiendo, ajeno a la campaña mediática a su costa que desarrollaba internacionalmente el Frente Polisario, sin que nadie pudiera imaginar el fatal desenlace. En una de las curas que le hicieron en el hospital Ben El Mehdi, le diagnosticaron un neumotórax en el pulmón izquierdo, que requería su atención urgente en el hospital Hassan II de Agadir, donde le llevó su padre, Sidi Ahmed Haidalla. A las 3.35 horas de la madrugada del 8 de febrero, falleció por un hidroneumotórax. La conclusión de la autopsia fue «muerte por complicaciones en la herida provocada por un objeto punzante».

Ahí se disparó el circo mediático bajo el eslogan «Justicia para Haidalla». Takbar Hadi, su madre, se había trasladado a El Aaiún, ya que reside en Canarias desde su divorcio en 2004. Un dato a tener en cuenta es que, en esos diez años en los que su hijo quedo al cuidado de su abuela, sólo le visitó en 8 ocasiones. Aquella mañana del 8 de febrero recibió la visita de Brahim Dahane, de la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos (ASVDH), que estableció las pautas exactas de la línea que debía seguir la familia desde ese momento. Tanto Takbar como Hadi Mohamed Laroussi -hermano de Haidalla- debían exigir una autopsia imparcial e independiente, así como negarse a recibir el cuerpo en cada requerimiento que hicieran los agentes judiciales para entregarlo a la familia y proceder a darle sepultura antes de los tres días que marca nuestra religión. Ante esa insistente negativa, las autoridades marroquíes procedieron a enterrarlo en el cementerio público Jat a Ramla de El Aaiún, donde se colocó una lápida con su nombre y la fecha de su fallecimiento. Se le puede visitar, no es un secreto dónde se encuentra la tumba como tratan de hacer creer a todo el mundo con esa exigencia tan poco respaldada de argumentos. Paralelamente, al conocerse el trágico desenlace, el juez dictaminó orden de ingreso inmediato en prisión para los dos empleados de la tienda implicados, si bien las sospechas de la autoría de la agresión con las tijeras que finalmente le provocó la muerte recaen sobre Belaid Amokran, por su declaración ante la policía, en la que reconoce haber actuado en defensa propia ante la amenaza de Haidalla con su cuchillo. Sin antecedentes penales, ambos jóvenes ingresaron en la cárcel Negra, mientras TakbarHadi exigía justicia para su hijo, con un coro mediático acorde a la necesidad de impulsar semejante agravio a la causa.

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La campana ya estaba en marcha y, dos meses después, ella estaba en huelga de hambre en una calle de Las Palmas frente al Consulado marroquí en Canarias. No se presentó reclamación oficial con sus reivindicaciones, aunque ella sí dejó constancia de una denuncia en El Aaiún contra la policía por su actuación vejatoria con Haidalla durante los días de detención en la comisaría, aunque fue desestimada por resultar carente de pruebas y por no personarse ella a defender lo indefendible, pues era más útil ocupar su tiempo en aleccionarla para el papel que le tocaría representar como «madre coraje». 35 días de huelga de hambre, con el apoyo de activistas y solidarios que hacían ruido en las redes sociales a golpe de fotos con los dedos en V. Después, 175 días más de huelga en cadena de 24 horas, en la que los políticos de turno que buscaban visibilidad (y votos fáciles) y otros «solidarios» ayunaban durante un día en la comodidad de sus casas para mantener viva la causa de «Justicia para Haidalla». Un total de 200 personas se sumaron para ser eslabones de la cadena, 10 de ellos el último día. Dos centenares y, de ellos, sólo 16 saharauis -5 de ellos mujeres- se brindaron para acompañar a Takbar en esta «gran proeza», eso sí, haciéndose notar en los días álgidos de la campaña. El activista condenado a cadena perpetua Hassana Aalia (4º día), el atleta Amaidah Salah (5º día), el poeta Liman Boicha (171º día) y el delegado en Canarias Omar Mansur (174º día).

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Desde el 10 de diciembre de 2015, Día Internacional de los Derechos Humanos, Takbar está sola, en una plaza de las Palmas frente a la Delegación del Gobierno, donde cada día se instala como una gran pancarta andante, en la que se ha desplazado la lucha por su hijo en favor de dar visibilidad a la libertad de los presos políticos saharauis, al freno al expolio de los recursos naturales y a la recurrente campaña por la incorporación de competencias de Derechos Humanos en la MINURSO, sin olvidar las banderas de Sahara Libre y la reclamación de referéndum ya. Pero, insistió, completamente sola. Sólo le faltan luces de neón para ser la perfecta pancarta humana, la valla publicitaria más completa de la causa. Resulta insultante.

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Y ahora, prosigamos debatiendo en los cafés la conveniencia de reactivar esta lucha, de reavivar la llama de este falso mártir que nos impide ver que nuestro Gobierno no quiere solucionar el conflicto que nos ahoga desde hace 40 años. Deberíamos dejar de hacer el juego a unos dirigentes a quienes sólo les interesamos para fabricar excusas que prolonguen su mandato y sus consignas políticas baldías, con las que llenan sus bolsillos y brindan oportunidades de futuro sólo a sus familias a costa de todos nosotros, de su pueblo. El día 8, cuando todos se sitúen nuevamente en la foto con Takbar por un día, volveremos a poner la pelota en el terreno de juego, tal y como ellos quieren. Así nos va.

EL REY DE MARRUECOS RETORNA EN SU SEGUNDA VISITA AL SAHARA OCCIDENTAL

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POR SALEK MOHAMED

El Rey Mohammed VI de Marruecos ha inaugurado ayer  jueves 04 de febrero de 2016 en Uarzazate, a 10 kilómetros de esta ciudad considerada la puerta del desierto, la megaplanta termosolar «Noour 1», que será la más grande del mundo cuando esté completada en 2018. Asistieron como invitados de honor del monarca el ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, y la ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal. El jefe de la diplomacia española acudió acompañado por directivos de las empresas españolas de ingeniería y construcción Acciona, Sener, TSK y Aries, que han desarrollado la obra de este proyecto de cooperación hispano-marroquí considerado fundamental para el desarrollo de este país y que, en esta primera fase ocupa 480 hectáreas, tiene una capacidad de 160 megavatios y suministrará energía a 135.000 hogares. Con esta planta de energía solar, cuyo objetivo es producir 2.000 megavatios de energía limpia en 2020, Marruecos reducirá las emisiones de efecto invernadero en 3,7 millones de toneladas de CO2 y limitará su dependencia energética, pasando a ser país abanderado de las energías renovables en África.

Por la tarde, se desplazó a El Aaiún ocupado, en la que es su segunda visita a la ciudad, donde Mohamed VI tiene previsto poner en marcha a varios proyectos, como la construcción de un centro hospitalario universitario en El Aaiún, un parque tecnológico en Foum el Oued para el desarrollo de energías renovables, así como consolidar la conexión terrestre del Sáhara Occidental con las provincias de Marruecos.

Cabe señalar que en su anterior visita al Sahara Occidental, el Rey Mohamed VI anunció inversiones millonarias en diferentes proyectos de infraestructuras, por valor de 77.000 millones de dirhams (unos 7.170 millones de euros), con los cuales se movilizarán varios actores públicos y privados, entre los que destaca el consorcio “Confederación General de Empresas de Marruecos”, que llevará a cabo 59 proyectos en distintos ámbitos, con una inversión prevista de 5.400 millones de dirhams (unos 500 millones de euros) que crearán 10.300 nuevos empleos, así como contribuirán al desarrollo socio-económico del Sahara Occidental.

Hasta el momento, nuestra Dirección saharaui se limita a mirar con ojos abiertos la política de desarrollo socio-económico que Marruecos está emprendiendo en las zonas ocupadas con gran respaldo internacional. El Frente Polisario no está ofreciendo alternativa alguna a los miles de saharauis que desesperan día a día, que pierden paulatinamente la confianza en una solución que no llega y que ven en estos proyectos opciones de empleo que les permitirán salir adelante y evolucionar en sus vidas hacia un futuro de oportunidades.

En realidad, hasta ahora, además de promesas nos preguntamos qué nos ha aportado el Frente Polisario durante los 40 años de sufrimientos y de espera, sobre todo a los refugiados saharauis que viven el calvario de los campamentos, sin darnos opciones que permitan atisbar su previsión de políticas aplicables para un futuro desarrollo en el Sahara Occidental.

LA FAMILIA DE LA JOVEN SAHARAUI RETENIDA CREE QUE SU VIDA ESTA «EN PELIGRO»

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01/02/2016 (13:02)
Mairena del Aljarafe (Sevilla), 1 feb.- La familia adoptiva de Maloma Morales, la joven española de origen saharaui retenida por su familia biológica, ha advertido hoy de que su vida está «en peligro» y ha pedido a las autoridades españolas y del Frente Polisario que abandonen la «inacción» y resuelvan el problema.La joven, de 22 años, lleva «secuestrada» por su familia biológica desde diciembre en una localidad a unos mil kilómetros de distancia de los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia), en territorio saharaui liberado y, según su familia de adopción, todo hace pensar que su vida está «en peligro». Después de casi cuarenta días sin noticias de Maloma, sus padres adoptivos sevillanos y su pareja han comparecido en rueda de prensa para reclamar a las autoridades españolas, en concreto al Ministerio de Exteriores, y al Frente Polisario la «inmediata» puesta en libertad de la joven, cuya voluntad es regresar a España. En una emotiva comparecencia, Ismael Arregui, pareja de la joven, ha clamado para que las autoridades competentes abandonen la «inacción», actúen y hagan posible el retorno de Maloma, momento en el que ha roto a llorar para pedir, a continuación, lo que ha denominado como una «fe de vida», es decir la confirmación de que está viva o un viaje a la zona para comprobarlo y hablar con ella. Ismael Arregui y José Morales, el padre adoptivo, han expresado su temor a que la joven sufra represalias por su deseo de volver a España. «Un familiar suyo, su hermano pequeño, le dijo a un intermediario que la prefiere muerta antes que soltarla», ha relatado compungido su pareja, que ha vinculado la actitud del hermano de Maloma a la «radicalización» religiosa y tradicional. Arregui ha denunciado también que ha recibido amenazas por parte de la familia biológica a través de las redes sociales con el objetivo de que abandone la «presión» ante las autoridades y los medios de comunicación, algo que ha rechazado la familia, que continuará exigiendo su liberación.»En la última conversación que tuvimos con Maloma, el 25 de diciembre, aseguró que su deseo era volver, que no nos olvidáramos de ella. Desde entonces no hemos podido hablar con ella», se ha quejado Arregui. Su padre adoptivo, ha asegurado que la familia biológica llevaba «tiempo planeando que no volviera a España porque cree que ya no es una buena saharaui y que ya no reza». La familia, que dice haber perdido la paciencia y encontrarse «entre la espada y la pared, y desesperada», ha insistido en que Maloma es una mujer española, secuestrada, privada de sus derechos humanos fundamentales y «abandonada a su suerte porque nadie en este país se toma en serio su situación». Además, sostiene que hay otras muchas jóvenes saharauis que han vivido muchos años en España y se encuentran también «retenidas contra su voluntad». La joven lleva en contacto con su familia hoy adoptiva de Mairena del Alfarafe (Sevilla) desde los 7 años, y a partir de los 12 iniciaron un proceso con la familia biológica para que la niña viviese con ellos, hasta que al cumplir los 18 ella decidió quedarse en Mairena y empezaron el proceso de adopción. Tras muchos años sin viajar al Sahara ni ver a su familia biológica, el 5 de diciembre viajaron a los campamentos y el 12, cuando iban al volver, perdieron el contacto con ella. EFE

Fuente: http://www.radiointereconomia.com/2016/02/01/la-familia-de-la-joven-saharaui-retenida-cree-que-su-vida-esta-en-peligro/