La alarma saltó hace tan sólo unos días. Jira Bulahi, representante del Frente Polisario en España, advirtió de «posibles consecuencias», tales como «terrorismo», como próximos «fenómenos» porque nuestro país «no había escuchado» las exigencias de esa Organización. Es la gota que colmó el vaso.
Hoy, el Ministerio de Asuntos Exteriores, que tomó buena nota de las advertencias, ha emitido en su página web la recomendación a los ciudadanos españoles, más que justificada, de no viajar a ese territorio argelino controlado por el Frente Polisario, por su propia seguridad.
Hay que recordar que en la actualidad aún continúan en esos campamentos saharauis dos ciudadanas españolas secuestradas, Maloma Morales de Matos y Koria Badbad Hafed, además de decenas de mujeres residentes en nuestro país, con la denunciada connivencia y complicidad del Frente Polisario, que controla los destinos de los saharauis allí (desde aquí…).
Por otro lado, el Gobierno español investiga desde hace años denuncias de asesinato contra miembros actuales de la cúpula de Frente Polisario, entre ellos su secretario general, Brahim Ghali.
Este anuncio de Exteriores se produce también cuando el Frente Polisario ha anunciado su firme intención de romper el alto el fuego firmado el 1988 bajo el auspicio de la ONU. Según dicen, debatirán este extremo durante su próximo «Congreso» (elecciones generales en las que sólo votan 3.000 congresistas ya elegidos, muy «democráticamente»), que dará comienzo el próximo 19 de diciembre, fecha en que pondrán a prueba el verdadero compromiso del Frente Polisario por alcanzar una solución negociada al conflicto.
Celebrar ese «Congreso», de candidato único de cargo reelegible, en la delimitada como «zona de amortiguación», es echar un pulso a la ONU, ya que expresamente recalcó la prohibición de que el Frente Polisario desarrollara cualquier tipo de actividad política, civil o militar en esa zona, por suponer una amenaza para el plan de paz en la zona.
La decisión del Ministerio llega dos días antes de que Josep Borrell ocupe de manera efectiva su cargo de Alto Representante de la UE para la Política Exterior y Seguridad Común. Una decisión valiente que nos indica que Borrell va a luchar desde instancias europeas de forma decidida por la liberación de las ciudadanas españolas y residentes en España secuestradas en los campamentos saharauis, exigiendo al Frente Polisario el debido respeto a los Derechos Humanos que tanto reivindican.
Ya el año pasado, durante los viajes de visita a los campamentos de las familias de acogida de niños de origen saharaui en el programa Vacaciones en Paz, se produjo una denuncia de intento de secuestro, así como varios robos y situaciones incómodas de inseguridad para los españoles.
La decisión de Borrell ha soliviantado los ánimos del movimiento solidario en España y del Frente Polisario, que ya temen que trascienda a nivel nacional la dimensión de toda su farsa. Veremos.
Fuente: La Libertad es su Derecho